
Quizá ninguna de las tantas memorables citas que se pueden atribuir a Arnold Schwarzenegger deje tan en claro su pasión por el culturismo como ésta: «Lo peor que puedo ser, es ser lo mismo que los demás.»
Arnold no tenía ningún interés en ser ordinario, y lo que ha conseguido a lo largo de su vida es testimonio suficiente de ello. Pero para triunfar en el gimnasio y llevar su cuerpo hasta alturas que ningún otro hombre había alcanzado, Arnold tuvo que ser todavía más extraordinario. Tuvo que comprometerse con el estilo de vida culturista en la acción, el pensamiento y la visión.
A través de entrevistas y artículos que escribió para el Master Blaster Joe Weider después de llegar a Estados Unidos en 1968, Arnold dejó en claro que su fórmula para el éxito tenía menos que ver con «secretos» que con el trabajo duro, el sudor, y el pleno compromiso con la construcción de su cuerpo y alcanzar la grandeza.
El ingrediente más importante para el éxito -escribió Arnold- es la autoconfianza.
En este artículo escrito por David Robson, entrenador personal, culturista y practicante de artes marciales, exploraremos los ocho principios de musculación que Arnold utilizó para llegar a conquistar siete veces el Mr. Olympia, entre muchos otros títulos.
#1 – El Culturismo También Requiere De Trabajo Mental
Arnold comprendió y escribió a menudo sobre el papel del cerebro en el culturismo. Cuando entrenaba se concentraba al cien por cien, lo que le permitió alcanzar niveles de intensidad aún más altos.
«El primer paso es creer que es posible conseguir un cuerpo masivo. De la misma manera que puedes ordenar a tus músculos levantar grandes pesos cuando todo indica que no eres capaz, puedes convencerlos mentalmente para que sean más grandes y fuertes.»
El uso que Arnold daba a las técnicas de visualización es muy conocido. A menudo imaginaba sus bíceps tan grandes como montañas, y aprovechó esta visualización para llevar su cuerpo a alturas sin precedentes.
#2 – Entrena Más Duro Que Los Demás
Cuando Arnold entrenaba, a menudo todos en el gimnasio se detenían a observarlo. Arnold seguía entrenando sin inmutarse; tal era la intensidad que canalizaba a través de su capacidad de conectar mentalmente con cada uno de los músculos que trabajaba.
La meta de Arnold era ser mejor que todos, por lo que sabía que debía entrenar más duro que todos.
«El siguiente paso es entrenar muy duro, enfocándose en los movimientos básicos. Elige las barras y mancuernas por sobre los cables y las máquinas.»
Para Arnold, dar menos del cien por cien en el gimnasio era una pérdida de tiempo, pero también consideraba crítica la elección de los movimientos adecuados.
#3 – Elige Los Ejercicios Correctos
Entrenar duro, pero también de forma inteligente. «Para ser grande, tienes que ser fuerte. Los culturistas principiantes e intermedios deben enfocarse tanto en el refinamiento como en el crecimiento.»
Esto singnifica concentrarse más en movimientos multiarticulares antes que en los monoarticulares. Press de banca, sentadillas, peso muerto, press de hombros, remo con barra y arranques son ejemplos de ejercicios multiarticulaes que requieren de varios grupos musculares que trabajen coordinados.
Son más difíciles de dominar, pero ofrecen la ventaja adicional de permitir entrenar muy duro para sobrecargar el músculo que trabaja. Para Arnold, dominar estos movimientos y desafiarse a uno mismo con mayores pesos es el componente crítico de ganar fuerza y tamaño.
#4 – Usa Pesos Elevados Para Repeticiones Bajas
La carga correcta es tan importante como la elección de los ejercicios adecuados. Después de todo, una serie de sentadillas de 8 repeticiones hasta el fallo con 165 kilos provoca un mejor estímulo para el crecimiento muscular que 40 repeticiones hasta el fallo con 60 kilos.
«Empieza con un poco de calentamiento (no llegues al fallo muscular) y después aumenta la carga serie tras serie, reduciendo al mismo tiempo las repeticiones y llegando al fallo muscular.»
Arnold se enfocaba en sentir el peso, pero también se aseguraba de que la carga le permitiera llegar al fallo muscular en un rango de repeticiones determinado.
«Me aseguro de nunca hacer menos de 6 repeticiones por serie en la mayoría de los movimientos, y nunca más de 12. Esta regla se aplica a la mayor parte de los músculos, incluyendo las pantorrillas.»
#5 – Varía Tu Rutina
Arnold sabía que repetir la misma rutina durante demasiado tiempo, sin cambios significativos, conduce a un estancamiento.
«Dentro de un marco básico, constantemente cambiaba mis ejercicios,» escribió Arnold. «Me gustaba confundir a los músculos al no permitirles estar cómodos con una rutina constante.»
Si descubría que un ejercicio ya no producía ganancias, Arnold lo cambiaba por otro. Nunca tuvo miedo de experimentar con nuevos ejercicios o métodos alternativos de entrenamiento.
Arnold estaba en una búsqueda permanente de nuevas formas de conseguir más tamaño y fuerza a medida que los sistemas viejos iban quedando obsoletos.
#6 – Bombea Tus Músculos
Sobre el bombeo muscular (pumping), Arnold afirmaba: «Sin bombeo muscular, no hay crecimiento.»
Arnold proclamó que el pumping era tan placentero como un orgasmo, y frecuentemente tensaba sus músculos entre series y después de terminar una serie hasta el fallo muscular.
#7 – Prioriza Tus Debilidades
Si tienes grandes pectorales, es natural que quieras mostrarlos. Como resultado, también es probable que les dediques más esfuerzo en el gimnasio.
Sin embargo, Arnold hizo exactamente el enfoque opuesto. En un momento, consideró que sus pantorrillas habían quedado retrasadas con respecto al desarrollo general de su cuerpo. En lugar de ocultar esta debilidad evidente, comenzó a cortar los pantalones o a llevar pantaloncillos para recordarse a si mismo que debía mejorar esa área y así redoblar sus esfuerzos para hacer crecer las pantorrillas.
Las entrenó con más frecuencia, al principio de sus rutinas para aprovechar que estaba fresco, y en ocasiones entre serie y serie de otros grandes grupos musculares.
#8 – Aprende Y Aprovecha Tu Instinto
«El camino hacia el éxito, dentro y fuera del culturismo, es tener tantos conocimientos como sea posible,» afirma Arnold.
Al buscar información y experimentar nuevos enfoques, serás capaz de separar lo que funciona de aquello que es una pérdida de tiempo. Dado que todos somos diferentes, la rutina de un Mr. Olympia podría no funcionar para nosotros.
Hoy en día hay infinitas maneras de encontrar información. Prueba nuevas ideas e incorpora las que te proporcionen resultados y disfrutes. Al igual que Arnold, puedes experimentar con tu cuerpo para descubrir lo que funciona mejor para ti.
