
Bajar de peso puede ayudar a aliviar los sofocos que suelen acompañar a la menopausia, sugiere una investigación reciente que analiza la prestigiosa revista online WebMD.com en un artículo.
«Los sofocos pueden ser debilitantes para más de la mitad de las mujeres menopáusicas,» dice la Dra. Taraneh Shirazian, Profesora Asistente de Obstetricia, Ginecología y Ciencia Reproductiva de la Facultad de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
«Alrededor de un tercio de las mujeres menopáusicas experimentan más de 10 sofocos diarios, y éstos son más frecuentes en las mujeres con sobrepeso,» agregó.
«La grasa parece funcionar como un aislante, e interfiere con la disipación del calor,» explicó la Dra. Shirazian.
Otra experta, la Dra. Jill Rabin, encargada de los programas de salud para la mujer en el Programa de Salud North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York, señala que el estrógeno también puede ser producido en el tejido graso.
La Dra. Rabin dice haber encontrado que las mujeres obesas y con sobrepeso tienen, en general, los síntomas de sofocos más graves y más frecuentes.
«Las mujeres obesas y con sobrepeso tienen más dificultades con la transición menopáusica,» afirma la Dra. Rabin. «Podría ser que la grasa extra hace más difícil la disipación del calor.»
Las mujeres con sobrepeso también son frecuentes víctimas de los rebotes en la dieta (dietas yoyo), lo que podría conducir a fluctuaciones en los niveles de estrógeno. Esto dificulta que el cuerpo pueda regular su temperatura interna.
En el nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Pittsburgh liderados por la Dra. Rebecca Thurston, dieron seguimiento a 40 mujeres con sobrepeso y obesidad que experimentaron sofocos durante la menopausia.
Las mujeres participantes fueron divididas en dos grupos. Uno comenzó un programa de pérdida de peso de seis meses, mientras que al otro grupo (el «grupo de control») se le dijo que estaba en una lista de espera para un estudio clínico.
Mediante monitorización fisiológica, registros diarios y cuestionarios, los investigadores midieron los detalles de los sofocos de las mujeres que tenían cuatro o más de ellos al día.
Las mujeres participantes estaban en el período de perimenopausia (ausencia de menstruación durante tres meses a un año) o postmenopausia (ausencia del período durante un año o más).
Los investigadores encontraron que para tres cuartos de las mujeres participantes, poder aliviar los sofocos fue una gran motivación para bajar de peso.
Las mujeres en el programa de control de peso perdieron, en promedio, un 10,7% de su peso y el 4,7% de la grasa corporal durante el estudio. En el grupo de control casi no hubo cambios en el peso o la grasa corporal.
De las 33 mujeres que completaron el estudio, las que participaron del programa de control de peso presentaban una mayor reducción en la incidencia de sofocos.
Durante la perimenopausia, los ovarios de una mujer todavía producen estradiol, una forma de estrógeno que puede ayudar a aliviar los sofocos. La estrona, en cambio, es otro tipo de estrógeno que tiene su origen en la grasa y que contrarresta los efectos del estradiol.
«Al bajar de peso disminuye la producción de estrona, por lo que estradiol circulante es más eficaz« en aliviar los sofocos, señala el Dr. Robert Taylor, Profesor de Obstetricia y Ginecología del Centro Médico Wake Forest Baptist de Carolina del Norte. «Es por esto que las mujeres con sobrepeso pueden tener síntomas más severos que las mujeres más delgadas.»
