El método de contar calorías se basa en aquella premisa que dice que subimos de peso porque consumimos más calorías que aquellas que gastamos. Conocer el contenido calórico de los alimentos permite evitar alimentos altos en calorías y seleccionar aquellos que son bajos en calorías y satisfacen las necesidades nutricionales.
Sin entrar en el análisis de si todas las calorías son iguales o no, puesto que ya lo hemos hecho en otro artículo, hoy nos centraremos en determinar qué personas podrían beneficiarse de este método, con la ayuda de Dani Shugart, experta en desórdenes alimentarios.
¿Todas Las Calorías Son Iguales?
Para contar calorías es necesario un control estricto de todo lo que comemos. Tomar notas, pesar alimentos, medirlos, traducirlos en calorías, carbohidratos, proteínas y grasas; durante semanas y meses.
Existen personas que disfrutan con llevar un registro contable de sus cuerpos, y tienen éxito en aplicar este método. Construyen músculo, pierden grasa y evitan las deficiencias nutricionales. Algunas llegan a dominar a tal punto esta mecánica que son capaces de conseguir una apariencia determinada para un evento específico.
Sin embargo, también están las otras personas –la mayoría, sin dudas- que no consiguen resultados de todo el empeño que ponen en llevar un control de sus hábitos alimenticios. Cada bocado es analizado, pero los buenos resultados son temporales o sencillamente inexistentes.
Es evidente que este método no sirve para todas las personas. Sin embargo, conocer cómo se compone nuestra alimentación es una información que nos puede resultar muy valiosa. Entonces ¿quién debería contar calorías?
Personas Que Sí Deberían Contar Calorías
Personas muy delgadas que buscan ganar peso
Aquellas personas que luchan por subir de peso y les cuesta mantener el que han ganado, se pueden beneficiar de contar calorías:
Quien es delgado naturalmente por lo general no tiene un apetito elevado o consistente. Son personas que olvidan comer o lo hacen de manera inadecuada.
Si tu objetivo principal es ganar peso pero tu apetito no es compatible, entonces contar calorías te puede ayudar.
Los naturalmente delgados no son conscientes de no estar comiendo lo suficiente. Creen que lo hacen, pero la delgadez está a la vista. Llevar el registro de su alimentación durante un par de semanas les mostrará la escasez de calorías ingeridas, y les permitirá elegir alimentos más densos calóricamente, para suplir el escaso apetito.
Dado que el instinto natural de los delgados los lleva a comer poco, deben entrenarse en el arte de contar calorías y elegir alimentos adecuados para tener éxito en su búsqueda de subir de peso.
Si además buscan poner masa muscular en sus cuerpos, deberán ser más conscientes a la hora de comer en lugar de confiar en el instinto. Estar atentos al aspecto físico y, de ser necesario, agregar más comidas o densidad calórica. En este caso, no es necesaria mucha precisión al contar calorías, pero no se debe confiar en el instinto (programado para comer poco).
Culturistas y otros competidores físicos
Un registro milimétrico de la alimentación antes de una competencia puede significar la diferencia entre un cuerpo fenomenal y uno plano. Es habitual que quienes compiten sientan la tentación de comer cada vez menos a medida que se acerca la competencia, pero luego se encuentran sobre el escenario agotados, y con el riesgo de subir mucho de peso después de la competición.
Contar calorías es muy útil para estos atletas, porque les permite conocer la diferencia entre una ingesta calórica razonable y otra imprudente.
Otro beneficio de contar calorías, es que su seguimiento les permite saber cómo reacciona el cuerpo a los cambios en la alimentación. Con esta información pueden hacer ajustes a medida que se acerca la competencia para lucir lo mejor posible en el escenario.
Fuera de competencia, los atletas también se benefician de contar calorías. Si alguien debe perder grasa puede ajustar su alimentación para conseguir su objetivo sin sacrificar masa muscular.
Y si un atleta sabe con varios meses de antelación que tendrá una competencia, puede modificar su alimentación de manera de llegar con el peso justo y evitar así muchas horas de cinta o bicicleta.
Cualquier persona con un objetivo estético
Si buscas tamaño y no lo consigues a pesar de entrenar duro en el gimnasio, la causa podría ser una de éstas:
- Escasez de calorías totales;
- Escasez de las calorías correctas;
- Escasez de las calorías correctas alrededor de tu entrenamiento.
Hay algo que es una gran verdad: es sencillo desarrollar un área de tu cuerpo si le provees nutrientes y entrenamiento adecuados. Si comes lo necesario y no tienes resultados, entonces debes repasar tu rutina.
Quienes levantan pesos para construir masa muscular están entre las personas que más se pueden beneficiar de contar calorías. Estos atletas necesitan más proteínas, carbohidratos y grasas que el promedio de la gente.
Otro beneficio de contar calorías para estos deportistas es que les permite evitar comer en exceso. A diferencia de las personas naturalmente delgadas, un levantador de pesas que busca tamaño puede sentir que está comiendo poco. Existe un límite para la ingesta de calorías, a pesar de que el objetivo sea más tamaño. Comer en exceso podría llevar a un exceso de grasa que después costará perder.
Personas Que No Deberían Contar Calorías
Personas normales con sobrepeso
Si tu objetivo es sencillamente ponerte en forma y mantenerte a largo plazo, debes concentrarte en elevar tu metabolismo en lugar de en reducir en exceso el consumo de calorías. Aumentar tu metabolismo hará que tu cuerpo gaste cada vez más energía, lo que conducirá a bajar de peso.
Si te concentras en contar las calorías para reducir su consumo, sin embargo, te verás en la obligación de comer menos constantemente, algo que no es muy realista a largo plazo.
Además, contar calorías para comer cada vez menos podría llevar a un metabolismo más lento que atentará contra tu objetivo de bajar de peso. Este fenómeno de la ralentización del metabolismo se produce cuando tu cuerpo se adapta a una alimentación baja en calorías y, como resultado, gasta cada vez menos energía.
Esto es algo que muchas veces se ve en los gimnasios: quien ha comido poco llega sin energía y a duras penas puede cumplir con una rutina que, de todas maneras, no le permite elevar su metabolismo. Sin embargo, con una adecuada comida preentrenamiento es posible completar el programa y disfrutar de energía suficiente para el resto del día.
Por supuesto, contar calorías no siempre significa comer menos de lo necesario, pero no tiene sentido dedicar esfuerzo a gestionar algo que no contribuye al resultado que buscas. Cuando te involucras con los números, pierdes de vista tu objetivo de estar en forma a largo plazo.
Es mejor dedicar ese esfuerzo a buscar alimentos saludables que disfrutas y que te sacian, al mismo tiempo que te brindan energía suficiente para cumplir tus tareas diarias y entrenar duro.
Otro beneficio de este enfoque es que comenzarás a comer más alimentos de calidad, en lugar de elegirlos por su aporte calórico.
Personas que necesitan un cambio en su nutrición
Si eres de esas personas que comienzan un plan para bajar de peso con la mejor intención pero que después de un par de días no puede evitar una tentación o un atracón, contar calorías solo te conducirá a la frustración y al desánimo.
Nadie quiere medir algo que los hace sentir faltos de constancia y avergonzados. Mantener un registro de esas calorías es tan solo un recordatorio de un fracaso.
Contar calorías no resolverá el problema, es mejor averiguar la causa de haber perdido el control. Llegar al fondo de esa cuestión es lo que ofrecerá una solución. Es una cuestión nutricional, no numérica.
Es por esto que no funcionan a largo plazo esas dietas milagrosas en las que puedes comer enormes porciones de comida chatarra. Los alimentos variados de calidad, aquellos que proveen saciedad y energía son los que evitan los excesos.
Si comes sin poner atención a la calidad, tu apetito estará fuera de tu control más temprano que tarde.
Personas que llevan mucho tiempo contando calorías
Cargar de por vida con una taza medidora y una balanza no es algo que nadie desee hacer. Contar constantemente las calorías sin alcanzar ningún resultado tiene más de trastorno obsesivo compulsivo que de nutrición.
Comer un alimento determinado perfectamente analizado, en casa, y a un horario determinado durante semanas es algo que solo hacen los culturistas o competidores que buscan ganar una competición. Pero incluso ellos dejan de hacerlo cuando ha finalizado la competencia.
Si cuentas calorías y temes tener que dejar de hacerlo, entonces debes dejar de hacerlo.
Si tienes propensión a la neurosis, contar calorías no es para ti, y probablemente no lo sea ninguna dieta hasta que puedas cambiar tu mentalidad al respecto.
Cuando una estrategia para controlar el peso, como el contar calorías, altera tu vida normal y las cosas que haces nada tienen que ver con tu alimentación, entonces debes detenerte. Las matemáticas no deben ocupar más tiempo y energía que el hecho de comer, a menos que seas un culturista que competirá en una fecha determinada (y entonces te detendrás).
Llevar semanas y meses contando calorías sin resultados podría significar un par de cosas. En primer lugar, deberías ver un médico para realizar algunos análisis que descarten cualquier problema hormonal. En segundo lugar, debes aprender a comer para alimentarte y disfrutarlo, en lugar de tomarlo como una tarea a la que dedicas una enorme cantidad de tiempo que no redunda en ningún beneficio para ti.
Regresa a lo básico con tus hábitos nutricionales. Consume alimentos que disfrutes y te aporten saciedad, así no tendrás que preocuparte por un atracón.