En estos días de vacaciones, tu plan de comer saludable puede sufrir algunos inconvenientes, o incluso una cancelación hasta nuevo aviso. Los viajes y todos sus trastornos no colaboran con nuestra intención de cuidar nuestra forma. Comida basura en la playa o la montaña, enormes porciones en restoranes turísticos, bebidas con alcohol y azúcar; todo conspira para que al regresar a casa la báscula te de un disgusto.
Sin embargo, existen formas de evitar estos problemas (o, al menos, reducirlos). Sigue estos tips y podrás regresar a casa sin kilos de más y habiendo disfrutado a pleno de tus vacaciones (o viaje de negocios).
Tip #1: Planifica con tiempo
Tómate unos minutos y empaca con inteligencia. Pon en tu maleta comida rica en nutrientes, no perecedera y con calorías suficientes para satisfacer un pequeño asalto de hambre, pero no en exceso.
Chocolate negro, nueces, fruta seca, mantequilla de maní, barras energéticas (sin calorías extra) y otros bocadillos nutritivos son excelentes para esto.
Tip #2: No comas en el primer lugar que veas
Cuando llegas a una ciudad que no conoces, evita entrar a comer en el primer lugar de comida rápida que veas, aunque estés hambriento.
Pregunta a los lugareños por otras opciones, o utiliza alguna aplicación de tu smartphone que te permite elegir lugares más saludables.
Tip #3: Evita el hambre
El hambre es muy mala consejera. Hará que comas lo primero que veas, aunque después lo lamentarás.
Cuando viajas, aprovecha los bocadillos que has empacado para comer cada dos o tres horas, de manera de no tener demasiada hambre en ningún momento. Un puñado de nueces o de fruta seca es suficiente para resistir la tentación de una hamburguesa al paso.
Tip #4: Prepara un café proteico
Para tener energía suficiente para recorrer la ciudad, hacer deporte en la playa o la montaña, o asistir a esa larga reunión de trabajo, un buen café proteico para comenzar la mañana es lo mejor. Además, tiene la ventaja de que permite controlar el hambre durante unas dos o tres horas.
La receta es muy sencilla: al café de tu desayuno agrega proteína de suero en polvo sabor vainilla (media o una cucharada, a gusto), y revuelve. Te sorprenderá lo bien que sabe.
Tip #5: Reduce el alcohol al mínimo
¿Vacaciones sin alcohol? No suena muy divertido. Pero al menos debes controlar no beber en exceso. Un vaso de vino o cerveza ronda en las 90 o 100 calorías, de manera que pueden resultar un trago amargo a la hora de cuidar nuestro estado físico.
Si lo deseas, bebe, pero ponte un límite. Evitarás subir demasiado de peso y también algunas probables situaciones incómodas.
Tip #6: Disecciona el bufé
Si te alojas en un hotel o pasas tus vacaciones en un crucero, presta atención a la oferta del bufé. Evita los alimentos cargados de salsas, con muchos carbohidratos o fritos, y elige en su lugar los más proteicos, vegetales y frutas. Haz lo mismo durante la comida y la cena.
Los alimentos proteicos te darán más saciedad y evitarán que comas más durante el día.
Tip #7: Haz un pacto contigo
Es muy probable que durante tu viaje visites ese lugar tan famoso por sus comidas y desees probar por ti mismo si esa fama es justificada. Esto es natural y debes permitírtelo. Pero también es verdad que no es necesario que te atiborres en cada una de las comidas del día.
Ponte un límite para probar esas cosas que deseas, y después compensa en las otras comidas.
Tip #8: Bebe mucha agua
Siempre lleva contigo una pequeña botella de agua para cumplir con los 2 a 3 litros diarios recomendados. Esto reducirá tu apetito y te será muy útil en las largas caminatas en la ciudad, o para paliar el ardiente sol de la playa.
Puedes recargarla en lugares con dispensador de agua (no es recomendable hacerlo con agua corriente) y guardarla cuando no la necesites. Económico y saludable.